Educación alternativa
La educación alternativa es un enfoque educativo innovador que no se basa en los métodos tradicionales y ofrece diferentes estilos de aprendizaje, a menudo adaptados a las necesidades e intereses personales. Este método se centra en el alumno y, además, es flexible y creativo, lo que pone la educación al alcance de cada vez más estudiantes. .
Algunos de los tipos más destacados de educación alternativa son las escuelas Montessori, que se caracterizan por un enfoque centrado en el niño; las escuelas Waldorf, que se centran en la creatividad y una visión holística del individuo; y la educación en casa, cuando los padres enseñan a sus hijos en casa. Las otras alternativas son las plataformas de educación digital y el modelo unschooling que da la oportunidad a los niños de aprender sobre las cosas que les gustan sin un plan de estudios establecido.
La educación alternativa está realmente llena de ventajas. No sólo ofrece la experiencia de aprendizaje personalizada que necesita el individuo, sino también el desarrollo de la independencia y la capacidad de pensamiento crítico. El aprendizaje práctico y las actividades autodirigidas en las que se centran los métodos Montessori son los principales ejemplos que, de acuerdo con el hecho de que dan lugar a una mayor implicación y, por tanto, a una mayor retención de conocimientos que los métodos tradicionales, han demostrado su eficacia.
La educación es un campo que reconoce el hecho de que hay alumnos con diferentes tipos de aprendizaje, como el visual, el auditivo o incluso el kinestésico. Los métodos de enseñanza que se utilizan en las escuelas Waldorf, por ejemplo, añaden clases de artes y oficios al horario con las asignaturas académicas tradicionales para activar distintos sentidos. A la inversa, el aprendizaje basado en proyectos es otro enfoque de aprendizaje experimental en el que se permite a determinados alumnos adquirir conocimientos sobre una materia concreta mediante la realización de actividades físicas a las que ellos deciden asistir.
Los sistemas educativos innovadores se enfrentan a dificultades como la escasez de recursos, la opinión pública y las normas. Por ejemplo, varias escuelas no convencionales tienen problemas para conseguir la homologación o la licencia, lo que puede reducir el número de nuevos alumnos y, por tanto, las ayudas económicas que pueden obtener. Además, el desconocimiento y la creencia de que las formas alternativas de aprendizaje son menos auténticas que la educación tradicional podrían ser las razones de la reticencia de los padres a elegir esta vía.