Objetivos de aprendizaje afectivo
Los objetivos de aprendizaje afectivo se centran principalmente en las dimensiones emocionales del aprendizaje, que incluyen las emociones, los valores éticos y las actitudes de las personas ante las cosas. Por esta razón, pueden ser decisivos para mejorar el desarrollo personal y las habilidades sociales que, a su vez, pueden impulsar la participación de los estudiantes y su capacidad para trabajar juntos en el aula.
Los objetivos de aprendizaje afectivos son las metas que pretenden influir en las respuestas emocionales, las actitudes y los valores de los alumnos hacia un tema o una experiencia de aprendizaje concretos. Por ejemplo, un objetivo puede ser hacer que los alumnos desarrollen empatía por los puntos de vista de los demás en un debate sobre temas sociales.
Los objetivos de aprendizaje afectivo son necesarios porque contribuyen a la actitud positiva y a la formación de valores, lo que, a su vez, conduce absolutamente a mejorar las relaciones interpersonales y la cooperación. Un ejemplo de ello es enseñar a los alumnos a apreciar las diversas materias, lo que conducirá a un ambiente de clase armonioso y respetuoso.
Ed#Los objetivos de aprendizaje afectivo pueden medirse mediante autorreflexiones, evaluaciones de los compañeros y debates en clase, que son algunas de las distintas formas que pueden utilizar los educadores. Por ejemplo, un profesor puede pedir a sus alumnos que escriban un diario reflexivo sobre cómo ha influido una lección en su percepción de un tema concreto.
Los objetivos de aprendizaje afectivos se definen básicamente como objetivos de aprendizaje ideales que se relacionan con reacciones emocionales o sentimientos de las personas. Por ejemplo, podemos tomar el objetivo: "Los alumnos demostrarán que comprenden la importancia del trabajo en equipo colaborando en un proyecto de grupo y valorando las contribuciones de cada miembro". Esta es una buena ilustración de las habilidades emocionales y sociales que se tocan al tratar con los demás.