Evaluación activa
La evaluación activa es el método creado por el alumno principalmente con referencia a la retroalimentación inmediata y la participación continua en el proceso de aprendizaje. Desempeña un papel esencial a la hora de ayudar a los alumnos a cultivar sus capacidades de pensamiento crítico y autoevaluación, ya que toman conciencia de sus puntos fuertes y débiles, junto con lo cual es posible una clase más rica en interactividad.
La evaluación activa es una estrategia de enseñanza que se basa en la evaluación constante, la participación activa del alumno y la flexibilidad de la forma de enseñar del educador. Se caracteriza principalmente por las evaluaciones formativas, las evaluaciones entre iguales y las actividades de autorreflexión que ayudan a obtener información inmediata sobre la comprensión del alumno y el resto del proceso de aprendizaje. Mediante un cuestionario interactivo durante una clase, los profesores pueden medir la comprensión de la teoría entre los alumnos.
La Evaluación Activa es como un efecto positivo de los estudiantes para la mejora de su aprendizaje a través de una mayor interacción y su responsabilidad en la educación. El método de enseñanza se basa en la mejora del proceso de aprendizaje, la interacción entre los estudiantes y la adquisición de habilidades de pensamiento creativo. Por ejemplo, los alumnos que trabajan en grupo y añaden la evaluación entre iguales reciben puntos de vista diferentes y críticas positivas que pueden ser beneficiosas para sus tareas.
Es cierto que la Evaluación Activa puede adoptarse con éxito en los espacios digitales de aprendizaje, como los foros de debate, las encuestas en directo y las plataformas de videoconferencia. Estas aplicaciones digitales propician la conversación y las secuencias de preguntas y respuestas tanto en el espacio virtual como en el flujo de comunicación, gracias a lo cual los métodos de enseñanza de los profesores se aplican de acuerdo con las expresiones de los alumnos. Un ejemplo de ello podría ser el uso de salas para debates en grupos reducidos en los que los alumnos pueden participar activamente, hacer preguntas y debatir en consecuencia con sus compañeros, así como recibir comentarios de sus compañeros e instructores en el acto.
La tecnología contribuye en gran medida a la evaluación activa mediante plataformas y herramientas de interacción y retroalimentación. El uso de herramientas como los sistemas de gestión del aprendizaje (LMS), los cuestionarios en línea y las simulaciones interactivas sirven para recopilar datos sobre el rendimiento de los estudiantes, lo que permite a los educadores ajustar su enseñanza en consecuencia. Por ejemplo, un sistema de gestión del aprendizaje se utiliza para supervisar el progreso en tiempo real de los estudiantes, lo que a su vez ayuda a los profesores a reconocer las áreas que necesitan apoyo o enriquecimiento adicional.