Análisis de las diferencias de rendimiento
El análisis de las diferencias de rendimiento implica el estudio metódico de las desigualdades de rendimiento educativo entre distintos grupos de alumnos. Los grupos pueden clasificarse por estatus socioeconómico, raza o etnia. Este análisis desempeña un papel importante en la identificación de los obstáculos del éxito académico y la provisión de oportunidades educativas justas a todos los estudiantes.
Las diferentes razones de las diferencias de rendimiento incluyen los ingresos familiares, la disponibilidad de material didáctico de calidad, la participación de los padres y los prejuicios culturales arraigados en el sistema educativo. Por ejemplo, los estudiantes cuyas familias tienen pocos ingresos pueden ir a escuelas con carencias económicas que tienen menos profesores cualificados y esto, a su vez, repercute en su bajo rendimiento académico en comparación con sus homólogos de clases acomodadas.
Utilizando el análisis de las diferencias de rendimiento, los centros pueden identificar a determinados alumnos que no cumplen los estándares y decidir qué intervenciones son adecuadas para ellos. Tomemos, por ejemplo, una situación en la que los datos muestren que los alumnos hispanos tienen dificultades con las matemáticas. La escuela, en ese caso, puede plantearse la adopción de programas de tutoría específicos o la adaptación del plan de estudios a uno con ejemplos basados en la cultura que sirvan de mayor apoyo a los alumnos.
El paso principal del análisis de las diferencias de rendimiento es la recopilación de datos, ya que es la única manera de obtener pruebas cuantificables que son importantes para identificar las disparidades de rendimiento. La mayoría de las escuelas suelen recopilar datos como los resultados de los exámenes, la asistencia y la demografía para visualizar exactamente las diferencias existentes. Lo que hace este enfoque es permitir la toma de decisiones basada en datos y gastar los recursos de manera eficiente en los problemas que ya se han identificado.
Las estrategias para cerrar las brechas de rendimiento implican actividades como tener ofertas de instrucción diferenciada para las necesidades de aprendizaje que difieren con la ayuda de aumentar el acceso a cursos avanzados y promover un vínculo con las organizaciones de la comunidad para ayudar a los estudiantes que están en riesgo. Un ejemplo es la oferta de clubes extraescolares orientados a STEM que promueven el aprendizaje entre los niños menos escolarizados, lo que conduce a una mano de obra más diversa y al éxito.