Modelos de responsabilidad
Los modelos de rendición de cuentas son marcos que describen las responsabilidades, así como las expectativas de las personas u organizaciones con respecto a sus acciones y decisiones. Estos modelos son muy importantes para promover la transparencia, reforzar la confianza y garantizar que las partes son responsables de su comportamiento.
Los principales elementos de los modelos de rendición de cuentas son el reparto claro de responsabilidades, unas normas cuantificables de rendimiento, unos procesos de comunicación adecuados y las consecuencias de no cumplir estrictamente las promesas. A modo de ejemplo, en una empresa, la rendición de cuentas podría implicar el establecimiento de tareas de trabajo asignadas individualmente, indicadores de rendimiento y un plan de acción para la revisión periódica del rendimiento desarrollado para ayudar a los empleados a comprender sus obligaciones, así como las sanciones que podrían derivarse del incumplimiento de sus responsabilidades.
En el sector público, los modelos de rendición de cuentas suelen hacer hincapié en la transparencia y la confianza pública, combinadas con la instrumentación de mecanismos como auditorías, informes públicos y comentarios de los ciudadanos. Por otro lado, los modelos del sector privado pueden estar orientados hacia la rentabilidad y el valor para el accionista, concentrándose en las métricas de rendimiento y los sistemas de cumplimiento interno. Por ejemplo, el organismo gubernamental puede hacer públicos sus informes presupuestarios y de gastos, pero la empresa opta por la auditoría para cumplir la normativa financiera.
Mediante la introducción de modelos de rendición de cuentas, las organizaciones desarrollan una cultura organizativa única, orientada a la confianza, responsable y ética. La adhesión al concepto de rendición de cuentas y su demostración crea las condiciones para que los empleados ejerzan la integridad de su trabajo y, en este caso, promuevan comportamientos positivos. Por ejemplo, una empresa que reconoce públicamente los éxitos y aborda abiertamente los fracasos crea una cultura en la que los empleados se sienten inspirados para rendir cuentas de sus aportaciones.
Un ejemplo concreto del modelo de rendición de cuentas es que muchas organizaciones utilizan la metodología del Cuadro de Mando Integral. Se trata de un modelo que no sólo mide el rendimiento financiero, sino que también evalúa la satisfacción del cliente, los procesos internos y el aprendizaje y el crecimiento. En la práctica, una empresa que aplique este modelo puede exigir a sus departamentos que rindan cuentas de distintos parámetros de rendimiento, lo que garantizará una forma adecuada y equilibrada de alcanzar los objetivos estratégicos.