Normas académicas
Los estándares académicos son parámetros e hitos predefinidos que articulan los conocimientos y destrezas específicos que se espera que los alumnos alcancen en los distintos niveles educativos. Son muy importantes para mantener la uniformidad en la calidad de la educación y para orientar la elaboración de los planes de estudios, los métodos de evaluación y las decisiones de rendición de cuentas en las escuelas y los distritos.
Los estándares académicos suelen incluir los objetivos de aprendizaje, las expectativas de rendimiento y los criterios de evaluación. Los objetivos de aprendizaje definen los conocimientos y destrezas que los alumnos deben tener en determinados cursos, las expectativas de rendimiento describen el nivel de rendimiento que los alumnos deben alcanzar para demostrar su dominio, y los criterios de evaluación son una lista detallada de parámetros que se utilizan para evaluar el progreso de los alumnos. Por ejemplo, en matemáticas, un estándar puede pedir a los alumnos que resuelvan problemas de palabras de varios pasos cuando terminen tercero.
El desarrollo del plan de estudios puede basarse en normas académicas que ayuden a los profesores a establecer objetivos claros para adaptar sus enfoques pedagógicos y organizar sus actividades docentes. Se concentran en el plan de estudios envolviendo los materiales necesarios para un tema específico, lo que a su vez da al profesor la capacidad de enseñar el tema de forma integrada. A modo de ejemplo, si una norma concreta ordena a los alumnos que aprendan la ley de conservación de la energía, las lecciones incluirían un debate sobre la transformación de la energía y la entropía, con lo que el tema general quedaría incluido al mismo tiempo.
El principio rector para la creación de herramientas y prácticas de evaluación son las normas académicas que se utilizan para determinar los conocimientos y destrezas necesarios que deben demostrar los alumnos. Esta alineación sirve para confirmar que las evaluaciones son realmente medidas válidas y fiables del nivel de aprendizaje de los alumnos. Un ejemplo de ello son las pruebas estandarizadas que a menudo citan normas académicas para juzgar si los estudiantes tienen el nivel adecuado de rendimiento en áreas como la lectura y las matemáticas.
Los criterios académicos pueden variar notablemente de un estado a otro de Estados Unidos o de una nación a otra debido a las diferencias en las ideologías educativas, los valores culturales y las prioridades legislativas. A modo de ejemplo, por un lado, los Estándares Estatales Básicos Comunes aspiran a ofrecer un modelo tanj para la mayoría de los estados de EE.UU. en disciplinas como matemáticas y lengua y literatura inglesas; por otro, algunos estados han optado por ceñirse a sus propios estándares, que pueden centrarse en diferentes habilidades o áreas de conocimiento, mostrando así los objetivos educativos locales.