Libertad académica
La creencia de que las directrices espirituales del aprendizaje deben debatirse, enseñarse, estudiarse e investigarse libremente, sin censura ni restricciones, es la libertad académica. Es necesaria para el desarrollo de una cultura de innovación, pensamiento crítico y avance del conocimiento en escuelas y universidades.
La libertad académica se refiere principalmente a la libertad de realizar investigaciones y publicar los resultados, el derecho a enseñar y hablar sobre temas que no son ampliamente aceptados y el derecho a exponer las opiniones personales sin temor a represalias de la institución. Por ejemplo, un profesor puede realizar una investigación sobre un tema políticamente delicado y publicar los resultados, aunque vaya en contra de la opinión popular o de los intereses de la institución.
El establecimiento de la libertad académica en la sociedad ayuda a que crezca un buen número de pensamientos diferentes a los típicos, propicia un diálogo crítico y también una investigación que sea innovadora y, por tanto, todo ello, a su vez, acelera el progreso de la sociedad. Por ejemplo, el vuelco de la visión tradicional sobre la salud pública en algunos ámbitos difícilmente podría llevarse a cabo sin la colaboración de los científicos que, en su mayoría, son responsables del establecimiento y, en algunos casos, de la exploración de hipótesis que no son actuales o, al menos, difíciles de explicar, pero que, al final, ayudan a prevenir la mortalidad.
Los desafíos a la libertad académica surgen de las amenazas políticas, el déficit de financiación y las fuerzas sociales que se oponen a temas concretos. A modo de ejemplo, los investigadores que estudian el cambio climático podrían tener que superar conflictos con grupos de interés que generan desacuerdos con sus hallazgos y les impiden publicar o presentar su trabajo.
Al establecer normas que fomentan la investigación abierta y proteger a sus profesores de la censura o las represalias, las universidades son fundamentales en la protección de la libertad académica. Numerosas universidades tienen estructuras de titularidad y normas de libertad académica que protegen a los investigadores de cualquier forma convencional de hacer su investigación o docencia sin interferencias externas.