Compromiso académico
El compromiso académico es la medida en que un estudiante muestra interés, entusiasmo y compromiso en sus actividades académicas. Es esencial para crear un entorno de aprendizaje positivo, es un medio para mejorar el nivel de rendimiento de los estudiantes y es una política de apoyo a su permanencia en las instituciones educativas.
Las principales partes del compromiso académico son el compromiso conductual, que consiste en participar activamente en las tareas académicas; el compromiso emocional, que son los sentimientos del estudiante respecto al aprendizaje; y el compromiso cognitivo, que es la cantidad de esfuerzo mental que uno invierte en la comprensión y el dominio del material. Un estudiante que participa activamente en las discusiones de clase (conductual), que se siente empujado por la sensación de querer aprender más (emocional) y que intenta comprender los conceptos complejos casi con la misma profundidad que los expertos (cognitivo) sería un buen ejemplo de estudiante totalmente comprometido con el aprendizaje.
La tarea principal de un profesor puede ser el fomento del compromiso académico mediante la creación de un entorno de aprendizaje propicio, el uso de materiales interactivos y relevantes, y la oferta de oportunidades de elección y colaboración a los estudiantes. Mediante el aprendizaje basado en proyectos, el profesor permite a los alumnos trabajar en grupo en proyectos que les interesan, lo que aumenta su participación y su alegría mientras estudian.</p> <p><strong>Aprendizaje basado en proyectos</strong>.
El impacto de la tecnología en el compromiso académico ha sido fantástico con los aparatos interactivos, las actividades lógicas y colaborativas, el uso de herramientas en línea como las TIC y la obtención de material didáctico adicional. Por ejemplo, la educación basada en la web y los foros de debate en línea pueden hacer que los estudiantes se impliquen más con el material en comparación con el uso de la tecnología antigua.
El principal factor que influye en el éxito de los estudiantes es su nivel de implicación. Esto se debe a que los estudiantes más implicados tienden a obtener mejores resultados en los exámenes, altos índices de permanencia en la universidad e incluyen en sus planes de estudio habilidades esenciales como el pensamiento crítico y la resolución de problemas. Janese es un ejemplo, ya que los estudios han demostrado que los estudiantes que participan en actividades académicas extracurriculares como clubes de debate o ferias de ciencias tienen más probabilidades de obtener mejores notas y mostrar una mayor confianza en sus capacidades.